Anamorfosis, el ángulo mágico. María Gómez

Todos nos hemos preguntado alguna vez cómo se hace una pintura anamórfica, cuál es la fórmula, qué proyección geométrica hace que sea posible el efecto 3D.  Pues bien, este libro de María Gómez muestra, paso a paso, la técnica y la práctica para la realización de pinturas anamórficas.

 

 

RESUMEN

1.- Introducción.
La finalidad de una anamorfosis es pintar una mentira para ver una realidad, o al revés, lo cual hace que percibamos un estímulo visual alterado y que el cerebro procese e interprete algo que parece una continua contradicción.

Las anamorfosis pueden ser de muchas formas: cónicas, cilíndricas, piramidales, especulares, ópticas o catóptricas, según la orientación de la mirada. Cabe destacar que la anamorfosis, a veces, debido al desconocimiento general del tema, puede ser confundida con otros virtuosismos pictóricos relacionados con perspectivas ilusorias como trampantojos, ilusiones ópticas, incluso figuras imposibles.

 

2.- Antecedentes históricos
La anamorfosis tuvo sus comienzos en el Renacimiento, dentro de la disciplina de la geometría proyectiva, considerada como una «forma curiosa de perspectiva». Fue practicada durante siglos e, incluso, se impartió en las escuelas de arte en Europa entre los siglos XVI y XIX, para después caer en desuso hasta casi desaparecer. Por tanto, es una técnica bastante desconocida en la actualidad.

A lo largo de la historia del arte, no nos han quedado muchos ejemplos de anamorfosis, aunque es de presumir que fuera abundante el número de artistas que practicaran la técnica desde su inicio en el Renacimiento hasta su desaparición de los planes de estudio de las academias de arte.

Uno de los primeros en hablar de anamorfosis fue Leonardo Da Vinci en el Codex Adanticus, donde realizó dibujos a linea de un ojo humano y el rostro de un niño. A pesar de la apariencia simple de los mismos, tienen la peculiaridad de que se realizaron con esta técnica.

De la pintura renacentista, la anamorfosis más conocida es la «calavera» que aparece en el cuadro Los embajadores de Hans Holbein el Joven (1533), que se encuentra en la National Gallery de Londres y que es uno de los ejemplos más bellos del virtuosismo de esta técnica.

 

Siguiendo las escuetas citas sobre tratados de anamorfosis, mencionamos La Perspective Curieuse de Jean Francois Niceron, publicado en 1638 y donde se exponen métodos sencillos para realizar figuras anamórficas, o el Tratado de  José García Hidalgo de finales del S. XVII.

 

 3.- La Representación Anamórfica

La anamorfosis es la representación de figuras realizadas con una perspectiva determinada que deforma extremadamente los objetos; sin embargo, éstos, vistos desde el punto de fuga que converge en la visión, se recomponen de forma que parecen elevarse en le aire dando la sensación de realidad 3D.

En la perspectiva cónica todo confluye en la lejanía en un solo punto de fuga que va a parar al horizonte, y ese punto siempre está situado a la altura de la visión de cada espectador.

Lo normal en la perspectiva proyectada en un plano bidimensional es que los objetos se empequeñezcan conforme se alejan, mientras que en la anamorfosis los objetos representados se agrandan conforme se alejan, pero de tal forma que, además de invertirse en las proporciones, la sensación percibida es que emergen del suelo y se elevan tridimensionalmente.

En definitiva: en la anamorfosis se invierten las proporciones de las figuras dibujadas, siendo mas grandes cuanto más alejadas se encuentren del observador. La «ilusión óptica» sólo se percibe cuando el punto de fuga coincide con los ojos.

4.- El Boceto

El boceto mostrará y orientará para traspasar el dibujo que finalmente será la imagen «ilusoria», no la real, entendiendo por real la que se pinta en el suelo.

Es fundamental cuadricular el boceto, para después trasladarlo a la cuadrícula anamórfica.

5.- La representación in situ